WHO ARE YOU?
Se ha acercado hasta mí con una decisión que casi acojonaba. Me ha estampado dos besos y un abrazo que por poco me disloca el esternón. Me ha preguntado por mi padre. Que qué tal estaba de su enfermedad. Y por mi madre. Que si todavía sigue dando esos paseos con tanto garbo. Luego se ha interesado por mi hermana y me ha preguntado si aún hace manualidades con perlas de swaroski. Y que si mi cuñado todavía le pega al modelismo. Hasta ha querido saber si mi sobrino el pequeño había vuelto ya del sur, donde se ha ido de vacaciones a casa de los padres de su chica. Y si el mayor seguía con el hip-hop. Y si él y la novia aún tenían los dos gatos. Después les ha tocado el turno a mi hermano y mi cuñada: si él seguía con el karaoke y ella con el tricotado de bufandas. Y que si su hijo había acabado ya de amueblar el piso que se compró hace poco. Y que si pensaba casarse. Luego se ha interesado por la inmunodeficiencia felina de mi Robin. Y por sus funciones renales. Y ha querido que le dijera cómo hacer para comprar el pienso más barato, porque una amiga suya tiene un siamés con igual patología. Luego se ha interesado por mi trabajo. Que si aún llevaba horarios parecidos. Y hasta por mi próximo proyecto literario, que tan sólo conocen los más íntimos. Y finalmente me ha dicho que me había visto con “alguien”. Yo he ido respondiendo escuetamente al tiempo que, por no parecer descortés, le formulaba preguntas acerca de su vida y su familia. Eso sí, sin entrar en detalles que lo mismo meto la gamba hasta la antípoda. Y sin dejar de mirarla con los ojos entornados. Y de sonreír. Que dicen que es muy importante para empatizar. Así he conseguido sacarle que su hijo mayor ha terminado la carrera de económicas, que su perro se murió hace un mes y que su marido se pegó un tortazo con el coche cuando iba a ver a la querida. Y que la han ascendido en el trabajo.
Nos hemos despedido con dos besos otro descoyuntador abrazo. Me ha dicho que les dé recuerdos a todos, sobre todo a mi tía la de Francia, que no la ve desde hace más de cinco años. Yo le he prometido hacerlo.
Ahora sólo necesito una cosa. Y es saber con quién coño he estado hablando durante más de media hora.
#SafeCreative Mina Cb
Se ha acercado hasta mí con una decisión que casi acojonaba. Me ha estampado dos besos y un abrazo que por poco me disloca el esternón. Me ha preguntado por mi padre. Que qué tal estaba de su enfermedad. Y por mi madre. Que si todavía sigue dando esos paseos con tanto garbo. Luego se ha interesado por mi hermana y me ha preguntado si aún hace manualidades con perlas de swaroski. Y que si mi cuñado todavía le pega al modelismo. Hasta ha querido saber si mi sobrino el pequeño había vuelto ya del sur, donde se ha ido de vacaciones a casa de los padres de su chica. Y si el mayor seguía con el hip-hop. Y si él y la novia aún tenían los dos gatos. Después les ha tocado el turno a mi hermano y mi cuñada: si él seguía con el karaoke y ella con el tricotado de bufandas. Y que si su hijo había acabado ya de amueblar el piso que se compró hace poco. Y que si pensaba casarse. Luego se ha interesado por la inmunodeficiencia felina de mi Robin. Y por sus funciones renales. Y ha querido que le dijera cómo hacer para comprar el pienso más barato, porque una amiga suya tiene un siamés con igual patología. Luego se ha interesado por mi trabajo. Que si aún llevaba horarios parecidos. Y hasta por mi próximo proyecto literario, que tan sólo conocen los más íntimos. Y finalmente me ha dicho que me había visto con “alguien”. Yo he ido respondiendo escuetamente al tiempo que, por no parecer descortés, le formulaba preguntas acerca de su vida y su familia. Eso sí, sin entrar en detalles que lo mismo meto la gamba hasta la antípoda. Y sin dejar de mirarla con los ojos entornados. Y de sonreír. Que dicen que es muy importante para empatizar. Así he conseguido sacarle que su hijo mayor ha terminado la carrera de económicas, que su perro se murió hace un mes y que su marido se pegó un tortazo con el coche cuando iba a ver a la querida. Y que la han ascendido en el trabajo.
Nos hemos despedido con dos besos otro descoyuntador abrazo. Me ha dicho que les dé recuerdos a todos, sobre todo a mi tía la de Francia, que no la ve desde hace más de cinco años. Yo le he prometido hacerlo.
Ahora sólo necesito una cosa. Y es saber con quién coño he estado hablando durante más de media hora.
#SafeCreative Mina Cb
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