PEDIR AYUDA

No sé por qué nos cuesta tanto pedir ayuda. Quiero decir de la vital, no lo típico de hacer una mudanza o que nos miren el nivel del refrigerante del coche. Y lo de la vital no va por un parraque en casa, que enseguida llamas a un familiar o, si lo ves urgente, movilizas a un vecino para que te lleve al hospital.

Estoy hablando de apoyo emocional.

Y es que parece que da corte eso de darle un telefonazo a alguien y decirle, mira, o suelto todo lo que llevo atascado en la garganta o me voy a enfermar de pura angustia. Que parece mentira, porque hay personas empáticas que tragan carros y carretas de amigos, familiares, compañeros de trabajo y demás fauna próxima y luego, sin embargo, cuando se ven al borde del abismo son incapaces de buscar un oído en el que depositar su desazón. Y no lo hacen, la mayoría de las veces, porque consideran que eso es molestar. Y que la peña no está para que le amarguen la existencia con ajenas cuitas.

Pero sí. Porque la amistad es un camino de ida y vuelta. Y porque verbalizar las preocupaciones hace que se vuelvan más pequeñas. Y porque sólo si saben lo que nos pasa nos pueden ayudar. Y porque nadie es adivino y a veces las señales de alarma nos pasan desapercibidas. Y porque no hay nada más hermoso que saberse acompañado, y tener unos brazos en los que refugiarse cuando la realidad se vuelve del color el ébano. Y porque pedir ayuda no nos hace más débiles sino al contrario. Más bien nos sitúa en el bando de los que se atreven a reconocer que a veces no pueden con todo. Nos humaniza y nos engrandece a los ojos del otro.

Y lo más importante: le otorga a la otra persona la posibilidad de hacer algo importante, de cuidar a un ser querido, de mejorar su vida y de evitar que se pierda por los oscuros pasillos de la desesperanza, haciéndole al tiempo sentirse único, querido y valorado. Lo cual es una ayuda no poco desdeñable y una excelente forma de afrontar el inicio del camino de regreso hacia el mundo de la luz.

Pedid ayuda, mis queridos amiguitos y amiguitas. Y hacedlo sin pudor.

Os aseguro que es cosa de valientes.

#SafeCreative Mina Cb