EL MAL DE LA PRINCESA

La princesa está triste.
¿Qué tendrá la princesa?
Se amohína en su trono.
Tiene que ir a Tudela.

No le apetece nada.
El plan es un horror.

La princesa está lánguida cual vegana en los toros.
Están lacios y mates sus cabellos de oro
y su pena parece ser locura de amor.

¿Piensa en algún youtuber o en un guapo influencer
o en ese musculitos, moderno Bud Spencer
que le mandó por Glovo un beso y una flor?

Calla, calla, princesa, la consuela el botones,
que traigo en el bolsillo dos bonos de Estaciones
Sonoras y, a escondidas, si me haces el honor

hoy viernes por la noche y mañana, Dios mediante,
cogemos mi Opel Corsa, nos vamos a Cascante,
y el domingo te han vuelto la risa y el color.

#SafeCreative Mina