NO SÉ DIBUJAR UN PERRO
Cuando te enfrentas a un reto siendo consciente de tus limitaciones la mitad del trabajo ya lo tienes hecho, puesto que que sabes lo que hay y tienes claro lo que puede resultarte más dificultoso, pese a no dudar de tu capacidad para resolver ese tipo de problemas por cauces distintos a los que usa la mayoría de la gente. Porque saber de lo que careces es tan importante como saber lo que posees.
¿Qué a qué viene esto?
Pues viene a lo de siempre, o sea al misterwonderfulismo que tanto mal hace a las personas humanas con defectos y virtudes. Y a que el otro día hablábamos de un asunto de grupo y se empezaron a establecer comparaciones tipo “Fulianito lleva menos tiempo y lo hace mejor que tú”. Y yo, que tengo las espaldas más anchas que el yeti, contesté que si lo hago peor es porque mi cerebro se toma las cosas a su modo. Y porque soy disléxica de toda la puta vida. E hiperactiva sin cura y además a mucha honra. Y una persona me dijo que su hija diría que “eso son limitaciones autoimpuestas (o algo así, no sabría transcribirlo exactamente) que sirven de excusa para no superarse”. No lo dijo en mal plan sino todo lo contario pero me jodió. Y no por mí, que sigo pensándolo unas cuantas veces cuando me hacen girar a izquierda o a derecha, sino por todas esas pobres criaturas a las que están educando como si fueran superhéroes que pueden hacerlo todo bien. Y que si no pueden y se esfuerzan que podrán. Y no, lo siento pero no es así. Porque yo al altillo del armario no llego sin escalera y como no tenga escalera estoy jodida, porque lo de trepar por los cajones no es una buena idea, y más aún a mi edad. Y porque con ese buenismo de algodón de azúcar lo único que se consigue es que le peña no sea capaz de hacer algo tan necesario y humano como conocer sus limitaciones y aceptarlas. Y tener así claro que, si el niño nació mudo podrá trabajar en una radio como redactor o como técnico, pero nunca como locutor.
Y que la vida es así, nos guste o no nos guste.
#SafeCreative Mina Cb
Nota de la autora: Escuchen ustedes “No sé dibujar un perro”, de Sidonie.
Cuentos, poemas, historias... Soy Inma y os propongo que hagamos un club de cuentistas. Con imaginación. Con ilusión. Con esperanza. Un club donde pasar el tiempo, donde evadirse... Donde jugar a ser otro.
domingo, 13 de octubre de 2024
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