LA HISTORIA DE UNA CANCIÓN
(REBECA)
Fue una tarde en el bar. Una de esas playlist del sopty de la Guarra que son más viejas que la historia del mundo. La canción era “Gloria”, no la de Umberto Tozzi sino la versión discotequera de la Braningan. Podía ser un jueves de pinchopote.
“No hay ninguna canción con mi nombre”- dijo ella. Y nos pusimos las tres (Rebe, mi amiga Susi y yo) a devanarnos los sesos. Porque mira que hay canciones con nombre de mujer…
Yo le dije que hace mil años Demis Rousos hizo una, que se la mandaría pero que seguramente no le iba a gustar. Ella refunfuñó, como si no lo considerase justo y yo argüí:
“Pues igual hay que hacerla. Tu canción quiero decir”.
Y aquella misma noche redacté el esbozo de una letra y le mandé un mensaje a Txaro Berzosa, contándole la historia y proponiéndole que le pusiera música a mi texto. Sin prisa, dije, que a la letra también le tengo que dar alguna vuelta. Ella aceptó y nos planteamos regalarle la canción para su cumpleaños, que era en julio. Tiempo había de sobra, porque acababa de empezar el año.
Pero Rebe llevaba ya unos cuantos meses de contrarreloj y aquel febrero los médicos se lo pusieron mal no, lo siguiente. Un diagnóstico demoledor y a corto plazo. A San Juan de Dios o a casa, le dijeron. Y Txaro y yo, la canción recién acabada pero sujeta aún con alfileres, nos planteamos si debíamos adelantar el regalo. Dársela, desde luego, podía parecer un detalle in extremis, pero guardarla para julio era llevar al límite las previsiones más optimistas, mientras que conservarla para hacerla pública tras su marcha suponía una especie de traición que ninguna de nosotras estaba dispuesta a perpetrar.
Así que se la dimos casi al tiempo de que ella se lanzase a esa última tanda de quimio a que se quiso someter en cuanto le ofrecieron una mínima esperanza. Y, sorprendentemente para todos (salvo para ella, que estaba por encima del bien y del mal), Rebeca no sólo celebró ese cumpleaños de 2.022 sino que también llegó al del 23.
Y esta es la historia de una de las canciones que sonarán esta tarde en el homenaje que Eva va a ofrecer a su hermana. A las ocho. En la Guarrida.
Rebeca, flor de cuero,
walkiria celestial,
princesa del metal,
urbano ángel rockero.
Espíritu guerrero,
mujer excepcional,
la voz del animal
que grita en su agujero.
Sonríe dulcemente
amable y optimista,
nunca protagonista
pero siempre presente.
De corazón valiente,
un pelín anarquista,
inquieta, feminista…
Rebeca… Buena gente.
Cuentos, poemas, historias... Soy Inma y os propongo que hagamos un club de cuentistas. Con imaginación. Con ilusión. Con esperanza. Un club donde pasar el tiempo, donde evadirse... Donde jugar a ser otro.
sábado, 26 de octubre de 2024
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