“ASALTO CULTURAL”
(breve reflexión acerca del panorama cultural actual)

Ayer tuvo lugar en la biblioteca pública la segunda entrega del ciclo de creación local que el grupo “Cultura en marcha” quiso echar a rodar en el mismo escenario en mayo de 2023 con la intención de dejar patente que Tudela anda sobrada de inquietud artística. Y es precisamente por ello por lo que intentamos que intervinieran personas que no lo habían hecho en la edición pasada. Porque sabemos que, si tiramos de lista, tenemos material para unos cuantos años más sin repetir.

Y es que, aunque la renovación del equipo directivo del Epel ha supuesto un alivio para el sector, la cultura popular sigue estando arrinconada por la ley del ruido, que impide que locales privados lleven a cabo iniciativas de animación (conciertos sobre todo) en las que los artistas de la tierra tengan la oportunidad de compartir lo que hacen con el público. Y que nadie se eche las manos a la cabeza, que no estamos hablando de ruidosos saraos hasta las tantas, sino de conciertillos que se podrían llevar a cabo en tiempo de tardeo y que supondrían un plus que ofrecer a esos turistas que tanto se valoran en estos tiempos. Que lo del covid pudo valer de excusa durante un par de años, pero a estas alturas, y en ese sentido, Tudela se ha quedado un poco trasnochada. Que hace poco anduve un finde por Vitoria y me quedé de pasta de boniato al ver la programación musical de los bares de lo viejo. Hasta slam poéticas había. Que de no ser por el frío y porque aún tengo hipoteca me pido el traslado en el trabajo pero ya. Porque cuando se tiene la certeza de que existen talento e inquietud es bastante frustrante que se cierren las puertas a la exposición pública de los mismos. Porque la gente creadora, lo aclaro por si alguien tiene dudas, no compone pensando en el alcalde. O sea que su trabajo no tiene como finalidad principal la de atacar al poder porque al poder se le ataca cuando nos busca las cosquillas. Y si no, invito a cualquier miembro del sector crítico a asistir a alguno de los actos que se programan por parte de entes independientes para que compruebe que las obras expuestas, leídas o interpretadas no tienen como protagonistas a los componentes de la clase política.

Vamos, que nuestro objetivo principal no es el de criticar sino el de compartir nuestro trabajo con quien desee recibirlo. Y el de pasarlo y hacer pasarlo bien.

Pero lo que más me joroba de todo esto es que ese poso cultural sigue ahí, latente. Quiero decir que las dificultades para dar salida a ese talento no hacen que la inquietud desaparezca. Y la prueba más evidente es “El casco antiguo va de cine”, esa chaladura de Marta Pérez y Julio Mazarico que no sólo arrancó con unos niveles sorprendentemente altos de participación (de gente jovencísima, por cierto) sino que ha ido creciendo durante el desarrollo de la actividad. Y lo que es aún más significativo, al proyecto se han unido personas de diferente edad y procedencia, lo cual demuestra que, si la propuesta resulta estimulante, el interés se mantiene y hasta aumenta. Y aún le quedan dos meses largos al asunto, que puede por tanto dar bastante más de sí.

Mucho se ha hablado de la batalla por mantener, hace años, el conservatorio abierto. Y muchos son los músicos que han llevado el nombre de esta ciudad allende las fronteras. Por no hablar de la creación literaria o de los grandes artistas plásticos que aquí residen. Porque esa es otra: hay quienes podrían irse, pero están aquí. Porque es su tierra. Porque lo desean. Porque quieren que sus hijos y sus hijas crezcan en Tudela. Y al quedarse le regalan su valía al municipio, y lo engrandecen y lo dignifican.

Lo digo siempre: aquí hay talento. Y mucho.

Y ya va siendo hora de que volvamos a presumir de él.

#SafeCreative Mina Cb