sábado, 17 de agosto de 2024


 

TESA

Tesa la salamanquesa
quiso subir a la mesa

para comerse el helado
que la niña había olvidado.

Se fue acercando a la pata
y resbalaba ¡qué lata!

El carpintero aprendiz
dio demasiado barniz

y tantas veces trepaba
tantas veces patinaba.

La cosa iba siendo urgente
porque el gato repelente

que vivía en la mansión
había entrado en acción

y pretendía al coleto
echarse un menú completo:

primero salamanquesa,
después helado de fresa

y luego, como un rajá,
buena siesta en el sofá.

Pero Tesa, pizpireta,
había urdido una treta

y apenas la zarpa vio
rápida se deslizó

hasta dentro de un zapato,
sacando la lengua al gato

que se lanzó saltarín
a roer el mocasín.

“¡Menudo estruendo! ¿Qué pasa?”
dijo el dueño de la casa

y apareció en el salón:
el zapato hecho un jirón

el gato maullando y Tesa
subiendo rauda a la mesa.

Al minino, que es minina,
le cayó una regañina

y ahora purga su pillaje
encerrado en el garaje

mientras Tesa, tras la cena,
duerme con la tripa llena.

#SafeCreative Mina Cb

No hay comentarios:

Publicar un comentario