DIEZ
Hoy hace 10 años. Exactamente. Acababa de romper, si no la más importante, la más intensa relación de mi vida y arrastraba una tristeza que me provoca un llanto desbordado en cualquier momento y en cualquier lugar.
No recuerdo una sola crisis de mi vida en la que las letras no me hayan servido de boya a la que agarrarme para salir a flote. Y aquella no fue diferente a las demás.
Me rondaba una idea desde hacía tiempo. Surgió de una conversación con Nieves Forcada, a raíz de uno de sus recitales de cuentos infantiles. Y es que la pantalla y el papel se me habían quedado estrechos y sentía la necesidad de romper límites y, de paso, ponerles cara a algunas de las personas que cada día me leían en la red.
El desaparecido bar Gingoro fue, desde de sus inicios, un local abierto y al arte y a la creatividad. Y allí mí me dirigí para proponerle al propietario que me diera la oportunidad de hacer en su local el que fue el primer encuentro con público de los cuentos de Minina.
Pasé algunas semanas sumergida en el trajín de preparar los textos y ensayar un poco, que no era cuestión de hacer el ridículo en la primera cita, mientras cruzaba los dedos pidiéndoles a mis musas que, por favor, la sala no estuviera vacía aquella tarde.
Algunos días antes, Javier Pérez Nievas, que ha sido una de las personas que más creyeron en mí desde el principio, hizo a Minina la primera entrevista radiofónica de su historia. Y con más ganas que idea del asunto, el atardecer del día 2 de mayo, con mi sobrino Daniel, recién cumplidos los 20 años, de improvisado técnico, desplegué mi carpeta y mis papeles sobre una mesa de la primera planta del Gingoro, atacada de los nervios y todavía con la sombra en la mirada de lo recién perdido.
Y mi sorpresa fue enorme ya que la sala se llenó y, por fin, puede ponerles cara y voz a todas esas personas que me leían cada día.
#SafeCreative Mina Cb
Diez años más tarde, todavía no soy capaz de agradeceros todas las cosas bonitas que esta aventura trajo hasta mi vida.
Cuentos, poemas, historias... Soy Inma y os propongo que hagamos un club de cuentistas. Con imaginación. Con ilusión. Con esperanza. Un club donde pasar el tiempo, donde evadirse... Donde jugar a ser otro.
jueves, 2 de mayo de 2024
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