domingo, 24 de marzo de 2024


 

LINCHAMIENTO

Suele empezar tontamente. Quiero decir que un integrante de un colectivo hace algo mal (el concepto “mal” es casi siempre relativo) y otro lo critica. Y un tercero se suma, pero trayendo a colación un error diferente. Y aparece un cuarto con otra nefasta aportación. Y así, en un suspiro, las cualidades de esa persona se borran y sólo existe su faceta negativa. Sobre todo si en ese pequeño grupo existe alguien (casi siempre se da la circunstancia) que desea sacar partido de la situación. O sea alguien que quiere para sí algo que esa persona tiene (sus bienes, su pareja, su cargo…) y aprovecha la coyuntura para extender el reguero de pólvora todo lo posible e ir envenenando, sibilinamente, a la mayor cantidad de individuos del entorno.

Y desde luego que a espaldas del interesado, de forma que, el día que el inductor prende la mecha, la víctima asiste a la explosión sin tener ni idea de lo que está pasando. Y para cuando quiere darse cuenta se halla aislada por un hermético silencio que nadie se atreve a quebrantar. Y convencida de haber caído en desgracia sin posibilidad de defenderse. Porque nada de lo que haga derribará ese muro. Nadie va a escucharle. Nadie va a creerle. Y es entonces cuando se la coloca en el altar de sacrificios y se da el golpe maestro. Y no hay piedad. Y el detractor recoge el premio entre los vítores de quienes han hecho posible tal hazaña, alguno de los cuales, probablemente, acabará por ser clavado en otra cruz de idéntica manera.

Así es la cosa…

#SafeCreative Mina Cb

No hay comentarios:

Publicar un comentario