lunes, 11 de marzo de 2024


 

LAS BATALLAS DE LAS PELIS

Holis:

A ver si alguien entre este público mío tan listo me puede aclarar una duda que en realidad tengo desde hace décadas.
Es sobre las batallas. O más bien sobre las pelis de batallas, que yo afortunadamente batallas de verdad no he visto ninguna. No quiero explicaciones acerca del argumento o de la trama porque la verdad es que debe de haber algún cable que falla en la conexión de mi cerebro ya que tiendo bastante a perderme en los en los intríngulis políticos. O sea, que no distingo a unos de otros y ya ni os cuento si son más de dos bandos. Un verdadero sinvivir.

Pero vayamos con el meollo del asunto: Y es que el otro día estuve viendo Dune, que para los que no lo sepáis se desarrolla en el desierto, y cuando llegó el momento de la madre de todas las batallas y justo después de que el líder de turno soltase la correspondiente arenga (siempre hay un líder de turno que suelta una arenga más o menos larga justo antes del combate) y los ejércitos comenzaran a avanzar hasta encontrarse para enzarzarse con el enfrentamiento cuerpo a cuerpo me surgió de nuevo la duda existencial.

¿Cómo saben a quién tienen que matar?

Sí, sí, porque oye, mientras las tropas se van desplazando digamos que la cosa está clara. El que viene de frente siempre es el adversario. Pero una vez metidos en harina, y todos disfrazados de arriba abajo y el del pendón inerte sobre el terreno junto a su accesorio… ¿cómo se distinguen? Porque a ver, en el caso de los indios y los vaqueros la indumentaria dejaba los términos bien claros. Pero en el Señor de los Anillos, todos con el casco y el yelmo y la armadura, que apenas se distinguen las facciones, y además llenos de sangre y polvo pues a ver. Y tampoco te puedes fiar de los escudos porque lo mismo han perdido el suyo y han echado mano del primero que hubiera tirado en el campo de batalla. Que puede ser del otro bando. Y si ya a esto añades la localización de Dune, con todo pichichi en modo tuareg, tapado hasta los ojos y cubierto de arena, que no hay quien distinga el color del uniforme, pues peor me lo pones. Y luego, que digo yo que en un ejército tan grande con algunos tendrás trato, pero a otros ni los conocerás. Por lo tanto es muy fácil, ya metidos en harina, que le acabes sacando las tripas con la faca a cualquiera de los tuyos. Que casos ya se han dado. Y es por eso que reivindico desde aquí que se exija a todos los directores cinematográficos del mundo que establezcan unos códigos que regulen el tema. Porque no sé vosotros, pero yo, en cuanto arranca la escena del combate, me pierdo en estos pensamientos y ya no la disfruto.

Y al precio que está el cine eso me jode mogollón.

#SafeCreative Mina Cb

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