lunes, 11 de septiembre de 2023


 

LAS POBRES CRIATURICAS

Igual me repito un poco pero voy a hablar otra vez acerca de la vuelta al cole. Porque yo pensaba que las clases empezaban el jueves pero en realidad era un simulacro. O sea que lo que se hacía era llevar al cole el material escolar y ya y luego, el viernes, se inició la asistencia. Y por si que fuera viernes no fuese bastante además se iniciaba como de mentirijillas, o sea a ratos. Para que las criaturicas no se traumaticen. Que ya sé que pasa desde hace años pero yo sigo flipando. Que a ver, que en septiembre sólo vayan por la mañana (en los pocos coles que quedan con jornada partida) no me parece mal, porque aguantar a la chavalería haciendo la digestión con treintaytantos grados en la calle es un calvario. Pero los albañiles también lo pasan mal y ahí están con el casco y la llana en enero y en agosto. Aunque claro, tampoco es plan de que hagan como en mis tiempos (“mis tiempos”, qué expresión), que te metías en el aula el primer día, llegaba el de sociales, se presentaba y escribía en la pizarra eso de “Las invasiones bárbaras” y pedía al alumnado sin siquiera volverse que abriera el libro por la página seis. Y ahí estaban los suevos, vándalos y alanos campando por la piel de toro mientras un sol de justicia recalentaba el ventanal. Y luego vuelta a casa con los libros a cuestas y tirando de cartera, no con carricos como ahora. Que eso sumado a las postillas de los accidentes en los parques públicos, que tenían el suelo de gravilla, hacían que llegases a la adolescencia hecha una amazona. Pero oye, que todo sea por una infancia feliz y sin traumas, habituada a integrar todo en su vida poco a poco para evitar hacerse pupa. Neonatos cubiertos de protectores para no arañarse, niños, niñas y niñes medicados desde casi la cuna para porsiaca, estudiantes vagos con apoyos mil para estimular el aprendizaje, tedeahaches que en no pocas ocasiones son realidad niños movidos a los que se empastilla... Y mientras tanto en casa mucho móvil con mucha bomba y mucho muerto y mucho taco. Y una sociedad hipercompetitiva con contratos de mierda y crisis y violencia urbana y corrupción política que machaca al más débil.

No sé: tiene que existir un término medio entre la protección a la infancia y la idiotización, pero cada vez nos alejamos más de él.

#SafeCreative Mina Cb

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