LA TEORÍA DE MI AMIGO
Pobre Lucía, si ya se lo advertí. Se embarcó en una relación de esas que parecen perfectas hasta que el que va de guay pone las cartas boca arriba y se jodió el invento.
Lo de las cartas boca arriba pasó como a los seis meses, después del bajón de la hormona esa que te pone como una moto y que hace que vayas todo el día con cara de idiota, que la vida te parezca cuqui y que ni siquiera te duelan los golpes en el codo. El caso es que el mocete empezó a hacer cosas raras, quiero decir cosas raras pero que para él debían de ser de lo más normales cuando tuvo otras novias. Cosas raras en plan de pedirle que lo acompañase a cenas familiares, que viera con él partidos de fútbol o que no se pusiera demasiado creativa en asuntos de alcoba. Cosas raras, en fin.
Mi amiga pensó que el chaval estaba pasando una crisis, la de los cincuenta, que los había cumplido unos años antes pero igual le llegaba con retraso, y fue manejando la situación con bastante diplomacia hasta que ya llegó un momento en que las exigencias empezaron a pasarse de castaño oscuro. Y se sentó frente a él un mediodía en una terraza soleada y le dijo que si tanto le desagradaba su actitud que lo dejaban. Y él, que o estaba coladísimo o era de los de la cuerda de la frase que dijo un día mi amigo Fran de que las relaciones aguantan porque los hombres son unos calzonazos, le dijo que ni hablar de separarse, que iba a cambiar y que dejaría de exigirle cosas. Y así fue en un principio, y ella estaba loca de contenta, no se lo podía creer, por fin las aguas volvían a su cauce. Pero al chico, la imposibilidad de expresar sus deseos le fue creando una especie de nudo en el estómago que le iba subiendo por el tórax y al final le dio lo que parecía una angina de pecho pero era en realidad un ataque de ansiedad. Y cuando salían del hospital, tras dejarlo con el coche ante la puerta de su casa, le dio un beso en los labios e hizo lo que suelen hacer las mujeres valientes aunque enamoradas en estas ocasiones, o sea decirle que hasta luego Lucas.
Bueno, cari, mañana cuando estés más relajada hablamos- respondió el mancebo.
#SafeCreative Mina Cb
Cuentos, poemas, historias... Soy Inma y os propongo que hagamos un club de cuentistas. Con imaginación. Con ilusión. Con esperanza. Un club donde pasar el tiempo, donde evadirse... Donde jugar a ser otro.
lunes, 17 de abril de 2023
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