jueves, 23 de marzo de 2023


 

MAFIAS

La conocí hace unos cuantos años por temas de trabajo. Se separó al poco tiempo, cuando la niña era pequeña, y le tocó lo que toca en esos casos, o sea volver a empezar sin formación alguna, con la desilusión a cuestas y el único valor añadido de dos manos con las que trabajar. El otro día andaba preocupada. Y además algo baja de tono porque es de las que llevan la menopausia regular tirando a mal. Me comentó que apenas había dormido por culpa de los sofocos y que además el banco le subía de golpe ciento cincuenta euros la hipoteca. Le dije, habla con ellos y negocia, y me contestó que en ello estaba, que tenía cita esa misma mañana y que les iba a amenazar con, si no le ajustaban la cuota, cambiarse de entidad. Al día siguiente le pregunté qué tal le había ido. Se avienen a una cuota razonable a interés fijo, respondió, pero tengo que concertar con ellos un seguro. Bueno, la tranquilicé, es lo normal con hipoteca; lo del seguro de vida por si cascas antes de terminar de pagar. De vida no, me respondió. Ese ya lo tenía. Ahora además tengo que contratar el de hogar. Yo me quedé blanca: Pero eso es un chantaje, protesté. Y comprarles un sistema de alarma por si entran a robarme, remachó ella. La miré como si no diera crédito lo que estaba oyendo. ¿Y qué vas a hacer?, quise saber. Pues a ver, me dijo encogiéndose de hombros...

No tengo alternativa.

#SafeCreative Mina Cb

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