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Damián se desquició al dejar la docencia. Descansaba demasiado, decía doña Dorotea, la dueña del dispensario de donuts que Damián devoraba con denuedo. Se despistaba, deambulando a la deriva en difusa dirección y dudando de por dónde debía dirigirse. No distinguía los distintivos que delimitaban las demarcaciones de los distritos y se desorientaba, desapareciendo durante días y desasosegando a sus descendientes, dos dicharacheras damiselas por las que Damián se había desvelado desde la defunción de Delia.
Decidió Dorotea denunciar estos desmanes de Damián, definiéndolo como un delincuente desequilibrado que se desentendía de las desdichadas Dafne y Dolores, dejándolas desvalidas, desangeladas y desprovistas de dote con que desenvolverse durante su desamparo. Tal delación
desencadenó que a Damián lo despojasen de sus damitas, dejándolo desolado, desnudo de deberes, disoluto, desvariando como un demente y sin dinero con que detentar un domicilio, dándose al daiquiri con devoción y deteriorándose de día en día, disperso en una delirante dimensión desde la que Delia, dulce y delicada, lo demandaba desesperadamente…
Debía desaparecer.
#SafeCreative Mina Cb
Cuentos, poemas, historias... Soy Inma y os propongo que hagamos un club de cuentistas. Con imaginación. Con ilusión. Con esperanza. Un club donde pasar el tiempo, donde evadirse... Donde jugar a ser otro.
domingo, 29 de enero de 2023
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