VOCES DESDE EL ANDAMIO

El otro día me silbaron unos albañiles. Se me hizo raro, tal y como se está poniendo el patio, pero cuando me di cuenta de que no eran españoles lo entendí. La verdad es que hacía mucho tiempo que no me pasaba, y eso no sé si me alegra o me entristece porque, aunque hay que reconocer que esas cosas te suben la moral, también es cierto que algunos, de puro vehementes, te hacen sentir como una res en venta. Y eso no mola nada. De modo que, entre las reivindicaciones feministas y la crisis del ladrillo, lo del piropo desde el andamio se ha convertido un poco en una rara avis. Y no penséis que yo soy Miss universo, ¿eh?. Más bien es la zona, que se ve poco concurrida normalmente. Y estos latinos, que en seguida se les calienta la boca. En fin; que sea como fuere, la cosa me hizo tanta gracia que se lo conté a una amiga por whatsapp y ya de paso me eché unas risas para mis adentros fantaseando acerca de lo que puede pasar si a ese par de probos pros albañiles se les ocurre silbarles a unas cuantas muchachitas que yo conozco y que son capaces de trepar por el andamio para dejarles los dedos marcados en la face

Y es que, como ya cantaba Loquillo en los 80, los tiempos están cambiando...

Sin remisión.

#‎SafeCreative‬ Mina Cb