viernes, 27 de marzo de 2015



RAMALAZOS

A veces pasa. Que viene a la cabeza de repente. Uno está en el balcón tendiendo una toalla y se le ocurre. Apoyarse en la baranda. Dejar el cuerpo basculando y que la gravedad ejerza sus derechos. Así, como que tontamente, chof… a ver cómo te sienta. O en mitad de la autopista. Dar media vuelta y acelerar a fondo. Y flipar con el careto que se les pone a los de enfrente. Y a ver quién puede más. A ver qué pasa. A ver cuánto aguantamos. O cuánto aguantan ellos. Cosas así. No sé. Majaderías. Chaladuras que uno piensa que le pasan a uno sólo. Pero no. Le pasan a más gente. Pero nadie lo dice. Porque les da vergüenza. O miedo. O las dos cosas. Porque piensan que no le pasa a nadie. Sólo a ellos. Pero sí que les pasa. A los otros digo. A veces. Aunque luego piensen que vaya tontería. Y que cómo se pueden tener esas ideas. Ideas de bombero. Y se asusten un poco de sí mismos y decidan cambiar de pensamiento. Y se pongan a pensar en lo gordo que les cae el presidente del gobierno. Para sentirse normales. Porque eso parece que puede pensarlo todo el mundo. Lo del presidente digo. Y hasta decirlo. Y en voz alta además. No como lo del balcón. O lo de la autopista. Que eso no se dice. Y menos en voz alta. Y tampoco se piensa. Pero claro, lo de pensarlo no se puede evitar. Aunque no se diga. Ni en voz alta ni en voz baja. Ni tampoco se haga. Lo del balcón y la autopista digo.
Y otras cosas peores.

#SafeCreative Mina Cb

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