EL TÍO ANTONIO
Mi tío Antonio al morir
dejó dispersa su herencia.
No tenía descendencia
y bien quiso repartir
lo que pudo reunir
en su monástica vida.
Fue de conducta medida
y no se le conoció
ni un solo vicio. Pasó
de mujer o de querida,
no bebía, no fumaba,
curraba de sol a sol,
era de virtud crisol,
la parroquia frecuentaba
y buenas limosnas daba.
Pero sospecho que el viejo
tenía un lado pendejo,
aparte de un discobar
(por cierto, sin declarar)
que presidía este espejo.
#SafeCreative Mina Cb
Cuentos, poemas, historias... Soy Inma y os propongo que hagamos un club de cuentistas. Con imaginación. Con ilusión. Con esperanza. Un club donde pasar el tiempo, donde evadirse... Donde jugar a ser otro.
jueves, 12 de diciembre de 2024
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