UN VELERO LLAMADO LIBERTAD

Cuando se hizo a la mar en un velero
llamado Libertad

el cielo sonreía.

Y las nubes flotaban juguetonas
y amarillas de envidia al contemplarle
a la luz del dorado atardecer.

La vida era un paisaje sin fronteras
y el reloj una brújula oxidada

desprovista de imán.

Le gustaba apostarse tras la proa
recitando a Espronceda
al azote del viento de ultramar,

cerrados sus oídos
a cantos de sirenas
o necedades propias
de seres terrenales.

Mas como a veces pasa
(incluso hasta a los más fieros piratas)
una pálida ninfa
se hizo brisa

y muy poquito a poco
fue arrastrando su barco

hasta el lejano puerto del olvido.

#SafeCreative Mina Cb