EL ALCALDE DON PANOLI Y SU SECRETARIA LOLI

Gabinete de alcaldía de Valdepanceta.
Nos hallamos en pleno Medievo. El alcalde don Panoli y su secretaria Loli departen acerca de los eventos que se han de programar para el próximo semestre.

- A ver, Loli, detállame las ofertas que hoy he amanecido mega perezoso y no tengo ganas de leer.
- Pues tenemos una propuesta de cómicos de la legua.
- ¿Y esos qué son?
- Pues nada: trovadores, malabaristas, actorcillos… Gentes del mal vivir.
- ¿Y cuánto cobran?
- A ver... Cobrar, lo que se dice cobrar, no cobran nada. Se conforman con unos mendrugos y un hueco en el granero.
- ¡Cáspita, mendrugos! Mucho exigen estos faranduleros.
- Ya les comenté, pero dicen que es lo que hay: o mendrugos y granero o se van a Valdechistorra.
- Pues que se vayan. ¿Qué más tenemos?
- Hay carreras de cuadrigas.
- ¿Carreras de cuadrigas?
- Si, lo de Ben-Hur.
- Hombre, espectacular sí que es. Puedo pedir que me lleven en una.
- ¡Sí, si! Y yo le filmo desde abajo y lo subimos a Medievogram.
- Vale, perfecto.
- Pero hay un problema, señor Alcalde.
- ¿Cuálo?
- Es que aquí en Valdepanceta no tenemos estadio para carreras de cuadrigas.
- ¡Qué contrariedad!
- Pero si a su Excelencia le parece bien podemos hablar con los de Valdechistorra, que sí que tienen. Y organizamos una actividad conjunta.
- De eso nada, que pondrán el banderín del caballito blanco y ya sabes que a mí me gusta el del azul.
- Pues entonces descartamos la carrera.
- Ni hablar. Yo no me quedo sin mi selfie. La haremos en los sotos del Ebro, junto al río. Va a ser por espacio…
- Pero el terreno es desigual y hay muchos árboles. Y jabalíes. ¿Y si aparece una manada y los caballos se desbocan?
- Saltaré de la cuadriga en marcha. Ya encargaré a unos jinetes avezados que velen por mi integridad a lo largo del recorrido.
- No lo decía por usted sino por el público asistente. Podría formarse un tumulto y que la gente muriera aplastada. O cayese en masa al río. Sería una catástrofe.
- No tanto como que yo me cayera de la cuadriga.
- También es verdad.
- ¿Cuánto cuesta la carrera?
- Dos mil maravedíes de vellón.
- Jopetas, es un pastizal.
- Así me lo parece.
- De algún sitio habrá que sacar las perras.
- Pues están las arcas bastante apretaditas y subir los impuestos puede ser impopular, que hay elecciones de aquí a dos Teleberris.
- Bueno, ya sé, podemos hacer una cosa.
- ¿Qué cosa?
- Esas aulas de alfabetización para hijos de labriegos no hacen tanta falta; total, acaban todos recogiendo alcachofas en el campo…
- Pues es verdad, qué listo que es usted, señor Alcalde.
- Dicho y hecho. De ahí recortamos una partida. Y luego la otra de la subvención para la orquesta local, que como total los músicos no tienen que dar de comer a los instrumentos tampoco necesitan tanto.
- También es buena idea. Pero ¿y si protestan?
- Si protestan ya se cansarán.
- Aún así falta pasta, su Excelencia ¿Qué podemos hacer?
- Podemos dejar que los cómicos actúen en los jardines de palacio.
- ¿Pero no habíamos dicho que no nos interesaba esa propuesta?
- Sí, pero nosotros accedemos y les damos la comida y el hueco en el granero y luego a cada asistente le cobramos de entrada dos maravedís.
- Qué gran idea, señor Alcalde. ¡Qué listo es usted!
- Gracias Loli. Vé preparando el papiro y cuando lo tengas me lo pasas y lo firmo.
¡Ah, y otra cosa! A los cómicos esos les dices que tienen que darme mucha coba. De lo contrario, cuando terminen, ni granero ni medrugo.

#SafeCreative Mina Cb