… CASA QUIERE
Era sin duda el niño de sus ojos, enfermo desde chiquitín y especialista en encantar serpientes. Quizá por eso siempre les ponía pegas a sus novias ya que ninguna le parecía lo suficientemente buena para su querubín. Y así se fue pasando el tiempo y el chaval, que era un poco calavera, entró en la cuarentena soltero y sin haber fregado un plato. Fue entonces cuando conoció a Sarita, que llevaba a la espalda dos divorcios y más de mil empleos. No se puede decir que fuera un flechazo, pero cuando se enteró de que el galán tenía un buen sueldo se lo cameló y en poco menos de un año contrajeron matrimonio.
Buscaron un pisito de alquiler por eso de que el casado casa quiere pero se las veían canutas para llegar a fin de mes ya que milady no estaba dispuesta a trabajar, de modo que el galán encandiló a su madre, viuda desde hacía algunos años y estupenda de salud, y la convenció de que a su edad no era bueno que estuviera sola. Y abandonó el incómodo alquiler para mudarse al domicilio familiar junto a su esposa, que se llevaba a matar con la autora de sus días, la cual, al cabo de unos meses, se largó de la casa y ahora vive, qué casualidad, en el mismo pisito que dejó su hijo.
De alquiler.
#SafeCreative Mina Cb
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