VO-CA-LI-ZA

Hace unos días cambié de emisora. Estaba un poco harta de esas radiofórmulas que emiten en bucle un puñado de éxitos de finales del siglo pasado. Me cambié a una cadena de aquí que pone música muy variada y que, por tanto, de vez en cuando emite algo de reguetón. Y a través de ahí he descubierto a Rosalía. Que sólo la conocía de oír hablar de ella pero que, oye, tampoco me perdía tanto. Y he sabido también que acaba de grabar unos temas con su churri y que la empresa ha sido un éxito. Y que ella y el maromo se llevan superbien. Cosa que no me extraña porque son jóvenes y guapos, tienen viruta y además es imposible que discutan porque no se les entiende nada, que yo me los imagino en la cocina “Pfmelsl”, y el otro dándole al aceite. Pero como seguro que tienen chacha luego les hará la cena ella y punto.
Pero vanos, que la cosa no viene de aquí porque ya Shakira todo lo que se tenía que haber gastado en logopedas se lo gastó en coreógrafos. Y que cuando mejor la entendía fue cuando versionó a Francis Cabrel, porque parece que no hay como enfrentarte con una lengua que no sea la materna para poner esmero en eso de la pronunciación, y claro, cantaba en francés navajo y era muy fácil entenderla y luego traducir. Más que pillar el argumento de “La loba”, que lo captas por el vídeo que si no ni flores.

Pero a lo que iba. ¿Tanto les cuesta vocalizar a toda esta pandilla de gangosos? Porque van arrastrando la lengua por el paladar para conseguir ese efecto de desgana insinuante y al final lo único que logran es despistar al personal. Que a ver, mucho tampoco se pierde, porque las letras son de traca, nada que ver con Serrat. O con el Bunbury, que aunque no se le entendía el argumento podías salir con dignidad del karaoke. Que ahora mismo no sé yo, lo mismo eres feminazi y estás ahí, dándolo todo en el concierto, farfullando un estribillo de un misógino que flipas.

Y tan feliz encima.

#‎SafeCreative‬ Mina Cb