domingo, 4 de marzo de 2018

No hay texto alternativo automático disponible. 


Es medianoche. Sancho y Don quijote duermen plácidamente (pueden roncar) mientras el caballo de Don Quijote (Rocinante) y el asno de Sancho descansan bajo un árbol. Hace frío y los animales resoplan continuamente al tiempo que sacuden los cascos para tratar de entrar en calor.
Y conversan entre ellos, que en los libros todo es posible.

ROCINANTE- Con este frío no hay quien duerma. ¡Qué ganas tengo de que llegue el verano!

ASNO- ¡Ay, pues yo no! ¡Cómo se nota que tú eres joven y no notas los cambios de tiempo! Que a mí, los años y el reuma, me tienen los huesos hechos polvo. Que a este paso ni la mandíbula para comer podré mover.

ROCINANTE- ¿Comer has dicho? ¡Pero mira que eres burro! Más fácil será que, el día que nos echen de comer, no nos acordemos ninguno de cómo se abre la boca. Porque, desde que salimos de casa, tortas es lo único que hemos comido... y ya sabes a qué tortas me refiero.

ASNO- ¡Ay, y que lo digas! ¡Con lo bien que vivía yo en la casa de mi amo! Todos los días mi saco de forraje, mis paseos por la huerta, mis siestecicas al sol... Y, en Invierno, a dormir al establo. ¡Si hasta tenía un perro que iba a todas partes detrás de mí...! Y, cuando el ama se enfadaba conmigo y me pegaba, pues yo... ¡Hala!, le atizaba un par de coces al perro y así me desahogaba!

ROCINANTE- Pues vaya suerte la tuya, porque a mí éste (volviéndose hacia Don Quijote, que ronca como una serrería), me ha tenido siempre a dieta. Y, mientras fue sólo eso, la cosa marchaba. Pero desde que decidió hacerse caballero andante, frito estoy con tanto combate y tanta tontería. Que digo yo que si quiere pegarse con alguien, pues vale, que se pegue. Pero él sólo, y a patita, no que ¡Hala! ¡Siempre tiene que ser a caballo! Y ya no hablemos de cuando lo de los molinos, que todavía me duelen las costillas del porrazo que me dio una de las aspas.

ASNO- Y es que esto no es vida, compañero. Yo lo he pensado mucho y, un día de estos, busco un albergue de esos de la protectora de animales y allí que me voy...

ROCINANTE- Oye, pues para ser un burro no te creas tú que no piensas. He oído que en esos sitios te dan de comer ¡una vez al día!, y que te buscan una casa donde puedas vivir tranquilito. ¡Ay, cómo me gustaría! A lo mejor hasta me curaban la costilla.

ASNO- Y a mí el reuma. Mira, que estoy pensando que podíamos aprovechar ahora que están dormidos. Estamos a poca distancia de Tudela y me han dicho que allí hay un albergue de la protectora de animales.

ROCINANTE- Ya, pero... nos buscarán. Imagínate la paliza que nos van a dar si nos encuentran.

ASNO- ¡Que se lo han creído! En cuanto se presenten allí y vean la pinta de tonto que tiene mi amo y la de chaláo que tiene el tuyo, sale el guardián del chiringuito y los echa a patadas a los dos. ¡Te digo yo que no vamos a tener una ocasión como esta! (Se pone a cuatro patas) ¿Qué, Roci, te vienes o no?

ROCINANTE- Me voy, me voy, que, a mal que salga la cosa, peor que ahora seguro que no estaremos.

(Se levanta y sale, sin hacer ruido, detrás del asno. Los dos desaparecen, mientras Sancho y Don Quijote siguen roncando, tan felices...)

#SafeCreative Mina Cb

No hay comentarios:

Publicar un comentario