EL BARRO
Últimamente me dedico a observar el barro. No sé; me ha dado por ahí. Hay infinidad de cosas que están en continua evolución y que nos pasan desapercibidas. Cosas aparentemente insignificantes y que han sido de gran importancia para la especie humana en un momento dado, pero a las que hemos relegado al desván de la cotidianeidad porque ya no nos son tan necesarias.
El barro es simple: tierra y agua. Es curioso porque según la biblia Dios hizo al hombre con barro; quizá porque en esos tiempos no existía el plástico y el barro era más fácil de modelar que la piedra, por ejemplo. Y también más frágil, de modo que si los humanos le tocaban mucho las narices al sumo hacedor, éste podía desintegrarlos de un mazazo.
Pero al grano, que me desvío y no era mi intención la de meterme en jardines teológicos. De hecho, estoy casi convencida de que cuando el primer homínido se irguió sobre dos piernas no existían ni Dios ni los geólogos, de manera que me rumio que el descubrimiento de la alfarería se produciría por observación de la naturaleza, que es como se han llevado a cabo una muy buena parte de los avances de la especie a la que pertenecemos. Me imagino yo al hombre primitivo, como yo esta tarde, acuclillado junto a un lodazal reseco, observando cómo el barro, al secarse, se va cuarteando y segmentando en láminas como si fuera hojaldre, y separando las capas superiores para comprobar su solidez y su carácter cóncavo. Y más tarde dándole al cogote e imaginando que a lo mejor era posible utilizar esa materia para hacer cosas prácticas, como cuencos en los que depositar los alimentos. Y luego ya, metidos en harina, estrujarse la sesera un poco más y maquinar acerca de cómo modelarlo y revestirlo para volverlo más resistente. Porque tontos no eran. Aunque no tuvieran internet ni fueran a la luna, ni existieran Dios o los geólogos, ni se hubiesen inventado los hornos de inducción, que ni tienes que apagarlos sino que simplemente les programas el tiempo y la temperatura y te vas tranquilamente a tomarte un café con una amiga…
En fin… Que últimamente me ha dado por observar el barro.
#SafeCreative Mina Cb
Últimamente me dedico a observar el barro. No sé; me ha dado por ahí. Hay infinidad de cosas que están en continua evolución y que nos pasan desapercibidas. Cosas aparentemente insignificantes y que han sido de gran importancia para la especie humana en un momento dado, pero a las que hemos relegado al desván de la cotidianeidad porque ya no nos son tan necesarias.
El barro es simple: tierra y agua. Es curioso porque según la biblia Dios hizo al hombre con barro; quizá porque en esos tiempos no existía el plástico y el barro era más fácil de modelar que la piedra, por ejemplo. Y también más frágil, de modo que si los humanos le tocaban mucho las narices al sumo hacedor, éste podía desintegrarlos de un mazazo.
Pero al grano, que me desvío y no era mi intención la de meterme en jardines teológicos. De hecho, estoy casi convencida de que cuando el primer homínido se irguió sobre dos piernas no existían ni Dios ni los geólogos, de manera que me rumio que el descubrimiento de la alfarería se produciría por observación de la naturaleza, que es como se han llevado a cabo una muy buena parte de los avances de la especie a la que pertenecemos. Me imagino yo al hombre primitivo, como yo esta tarde, acuclillado junto a un lodazal reseco, observando cómo el barro, al secarse, se va cuarteando y segmentando en láminas como si fuera hojaldre, y separando las capas superiores para comprobar su solidez y su carácter cóncavo. Y más tarde dándole al cogote e imaginando que a lo mejor era posible utilizar esa materia para hacer cosas prácticas, como cuencos en los que depositar los alimentos. Y luego ya, metidos en harina, estrujarse la sesera un poco más y maquinar acerca de cómo modelarlo y revestirlo para volverlo más resistente. Porque tontos no eran. Aunque no tuvieran internet ni fueran a la luna, ni existieran Dios o los geólogos, ni se hubiesen inventado los hornos de inducción, que ni tienes que apagarlos sino que simplemente les programas el tiempo y la temperatura y te vas tranquilamente a tomarte un café con una amiga…
En fin… Que últimamente me ha dado por observar el barro.
#SafeCreative Mina Cb
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