PARA
DECIR…
Rebusco
a veces palabras en mi cerebro
y
escucho sólo el eco de mis ideas que van y vienen
atropellándose,
jugando
al escondite, esquivas y huidizas,
engañosas,
mutables, casquivanas, tal vez alborotadas
como
gatos en celo.
Intento
inventar, innovar, ser creativa,
original,
osada, intrépida, atrevida… hasta pedante
y a
veces cursilona.
… Y se
me queda corto el diccionario,
y se me
antojan sórdidos los versos, enojosa asonante
rutina
endecasílaba.
Busco
fotos, recorro todo el google,
me
emborracho de imágenes, las voy almacenando
y luego
las desecho…
Encargo
flores, compro chocolate,
me
pongo sexy y casi hasta incendio las cortinas de la alcoba
por
culpa de las velas.
Te
envío whatsapps, mensajes multimedia,
emoticonos,
mails… hasta postales, que ya nadie las manda,
y todo
me resulta
insustancial,
vulgar, masificado, previsible…
palabras
que el espacio multiplica; sentimientos cuyo nombre
el uso
ha desgastado.
Y es
que no encuentro nada que decirte
que ya
no se haya dicho, que ya no te haya dicho,
para
decir “te amo”
como
nadie hasta ahora te lo dijo,
como
nunca hasta ahora lo escuchaste, como nunca
jamás
te lo dirán.
Precioso blog y precioso escrito. Hay veces que es tan difícil decir lo que realmente se siente... que por mucho que una lo intente las palabras se quedan pequeñas y suenan a hueco.
ResponderEliminarUn abrazo enorme,
Gracias por pasarte y por dejar tu comentario. Y sí, a veces dejamos de escribir... pero las palabras nos persiguen
ResponderEliminar