OFENDIDITEZ
Hoy estoy que trino. Tanto que creo que voy a crear una asociación de ofendiditos. Otra, sí. Pero esta nueva. Que también tengo derecho. El mismo que los octogenarios que no quieren que les llamen viejos. O los obesos que se ofenden si les dicen gordos. O los negros que ya ni son de color, sino afroamericanos. Y no sigo porque me dan las uvas. Y porque soy vaga además. Más vaga cada día. Y de ahí viene mi ofendimiento. De la gente que me refrota por las narices sus puentes y sus fines de semana de dos días y medio. De los locutores de la radio, que arrancan la madrugada del viernes con un eufórico “Llegó el fin de semana”. Así, sin anestesia. Con un par de lo que tengan. O de lo que se hayan extirpado o añadido. Claro que no puede decírseles porque se ofenden. Como yo cuando los oigo arengar a las masas: ¡¡VIERNESSSSS!! gritan.
¿Y qué? ¿Y a mí que me importa si también curro el sábado, y a menudo por la tarde, que todavía jode más? Y ya ni hablemos de cuando hay un puente, o llegan la Navidad o la Semana Santa. O agosto, que parece que todo el mundo tiene que vacacionar entonces y no en mayo o en octubre, con lo bien que se está esos meses en la playa, sin alemanes haciendo el langostino al sol ni sablazos de escándalo en el chiringuito.
Pero a lo que iba. Que estoy hasta el cogote ya. Que no hay respeto ni consideración para con el dependiente, que da el callo un sábado tras otro. O para el camarero, que curra además el domingo y luego libra lunes, martes y miércoles, que a ver qué locutor empieza una emisión el lunes a las seis de la mañana voceando a la audiencia: “Arriba ese ánimo que empieza lo mejor de la semana”. No. Al contrario. Llegan taciturnos y apocados, y hablando del batacazo del Madrid, de Venezuela (ah, no, que eso ya lo hemos superado…) o de la última de Isabel Ayuso. Todo deprimente. Para que vayas a currar hecho un escombro. Y luego ya sí, el viernes todo es alegría, aunque te roben a dos manos da lo mismo. Que llega el finde y hay que celebrarlo. Y ponerles bien largos los dientes a los que tienen que seguir al pie del cañón. Sin pensar en los traumas y en los efectos secundarios que van a producirles que el común de los mortales los trate como parias.
De modo que lo dicho. Que abro debate y que propongo lo de la asociación que prohíba (uy, no, mejor desaconseje, que prohibir no es cuqui) el uso de expresiones tipo “Buen finde” cuando no sabes a ciencia cierta la situación de la persona humana a la que te diriges.
O mejor aún. No usar ese tipo de fórmulas con nadie y en ninguna circunstancia.
Y así aciertas seguro.
#SafeCreative Mina Cb
Cuentos, poemas, historias... Soy Inma y os propongo que hagamos un club de cuentistas. Con imaginación. Con ilusión. Con esperanza. Un club donde pasar el tiempo, donde evadirse... Donde jugar a ser otro.
sábado, 27 de abril de 2024
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