"PEDERASTA"

No sé si este juez sabrá lo que es sufrir abusos infantiles. No sé si habrá sentido alguna vez en sus carnes el miedo que produce estar a solas con un adulto violento. No sé si guarda en un rincón de su memoria el olor a tabaco y a coñac. No sé si a veces entrevé, entre lo más gris de su pasado, una escena nocturna en un descampado, oculto entre los juncos, a merced del animal que amenaza con matarte si cuentas algo cuando llegues a tu casa. No sé si ha experimentado la desagradable sensación de, ya en su vida adulta, sentir el tacto de un pene como algo familiar. No sé si sabe cómo es lo de intentar mirar atrás sin desear la muerte de ese ser cercano que tenía engañada a toda la familia. No sé si ha tenido que afrontar la decisión de llevar, pese a todo, una vida sexual sana y feliz sin mirar con temor y desconfianza a cada nuevo amante. No sé si ha debido de atreverse, ya entrado en la madurez y por honestidad consigo mismo y con quienes pueden haber estado o estar en la misma situación, a confesar, con la cabeza alta, lo que le pasó. Y no sé si en esa confesión ha argumentado que el culpable, y el que debe avergonzarse, es siempre el adulto. Y que rodear al menor de un aura de lástima, vergüenza e incluso culpabilidad, es un lamentable error y una tremenda irresponsabilidad. Porque, a menudo, el niño, la niña, no sabe, de no ser que se utilice la violencia, lo que está pasando. Porque nadie le ha explicado que cuando un adulto le pide que le enseñe lo que normalmente lleva cubierto, y lo hace a escondidas y bajo amenazas, y le dice que sobre todo no cuente nada, contarlo es lo primero que ha de hacer. Porque el abusador conoce muy bien el poder que le da el miedo. Y sabe de la vulnerabilidad de la criatura. Y tiene casi la certeza de que, en caso de pillarlo, el juez será benévolo y le impondrá una condena de mierda en lugar de tatuarle en la frente la palabra “pederasta” y después mandarlo a pasear por el patio de la prisión más chunga del país.

#SafeCreative Mina Cb