LA HIJA DE SALVADOR LAVADO

Mafalda se ha sentado frente al globo
terráqueo, preguntándose qué pasa
mientras riega su padre las macetas,
duerme Guille y Raquel barre la casa.

Felipe ya no llega tarde a clase
ni zanganea, ausente y fantasioso.
Susanita ya no quiere casarse,
tener hijitos ni un carro lujoso.

Miguelito ya no anda de puntillas
ni juega al ajedrez o a los vaqueros
y Manolito, mira tú por donde
no habla ya todo el tiempo de dinero.

Lloran los Beatles, llora la sopera,
llora la diminuta Libertad.
Lloran la farmacéutica y la profe
y llora la paloma de la paz.

Se quebró ayer el lápiz que pintaba
a la niña del pelo alborotado:
Mafaldita la ingenua, la rebelde;
la hija de Quino, Salvador Lavado.

#SafeCreative Mina Cb