LA VIDA DEL POETA

Se aferran a la vida del poeta
los trazos discontinuos de los versos.

Son en la infancia
llamativos romances ilustrados.
Medievales relatos de amores y torneos
narradas en lenguajes anticuados.

Estrofas que se leen y se escuchan
y a veces hace propias la memoria.

Llegan después las letras:
la eme con la a,
la ese con la o
y el milagro de la caligrafía
que hace brotar palabras de los dedos.

Y un día, sin llamarla
se presenta la rima en el portal,

simplona e inexperta.

Permanece escondida en el dintel,
muda y paciente

esperando al amor,
esa fuerza imparable y poderosa
a la que todo le es insuficiente.

Y así, durante años,
se hace amiga del duelo y el desvelo,
del ansia y la pasión arrebatada,

del goce y de la lágrima…

Hasta que, poco a poco,
la carne se atempera

y aparecen el mundo y el demonio
con sus nuevos desastres, maravillas,

injusticias,

historias

que deben ser contadas.

#SafeCreative Mina Cb