DE PELÍCULA
Pretendieron parirme Julia Roberts
pero no hubo manera
eso, o bien la cigüeña
se confundió de casa
y dejó a la despampanante pelirroja
en un barrio de pijos
con chalets adosados.
Y así quedé, castaña,
bajita y desgarbada
pero igual de bocazas que la diva
(y no hablo del tamaño,
que no importa,
en la cuestión que nos ocupa al menos)
No me hicieron las piernas de ciento diez centímetros
y no puedo, por tanto
abrazar entre ellas
el musculoso torso de un guapo millonario
ni calzarme unas botas
altas de mosquetero
sin que me lleguen casi a la barbilla
ni tengo esa sonrisa deslumbrante
de inmaculados dientes
capaz de derretir en dos segundos
los casquetes polares
y cargarse de golpe el equilibrio planetario.
Más tarde lo intentaron
con la Streep de “Los puentes”
pero no les quedó bien la marchita,
atribulada dama
harta de casa, vástagos, marido,
rutina y soledades
que encadena los días, infinitos vacíos,
asomada al balcón de los milagros
a la espera de un tibio suceso extraordinario
que ponga en riesgo (¡cielos!)
esa meliflua paz de historia Disney
y la arrastre a un delirio inconsistente
que la empuje a dudar
del sentido real de su existencia
al tiempo que contempla entre sollozos
el parpadeo del intermitente
de un coche detenido ante un semáforo.
Soy poco de ficción...
lo tengo claro.
Poco de celuloide o de novela.
Soy bastante normal
(para entendernos)
y tengo de explosiva lo que un cactus
y de patética lo que una lavadora:
Es lo que hay
y temo
que no existe remedio.
#SafeCreative Mina Cb
Pinchar para acceder al audio
http://www.ivoox.com/ de-pelicula-audios-mp3_rf_1 7901249_1.html
Pretendieron parirme Julia Roberts
pero no hubo manera
eso, o bien la cigüeña
se confundió de casa
y dejó a la despampanante pelirroja
en un barrio de pijos
con chalets adosados.
Y así quedé, castaña,
bajita y desgarbada
pero igual de bocazas que la diva
(y no hablo del tamaño,
que no importa,
en la cuestión que nos ocupa al menos)
No me hicieron las piernas de ciento diez centímetros
y no puedo, por tanto
abrazar entre ellas
el musculoso torso de un guapo millonario
ni calzarme unas botas
altas de mosquetero
sin que me lleguen casi a la barbilla
ni tengo esa sonrisa deslumbrante
de inmaculados dientes
capaz de derretir en dos segundos
los casquetes polares
y cargarse de golpe el equilibrio planetario.
Más tarde lo intentaron
con la Streep de “Los puentes”
pero no les quedó bien la marchita,
atribulada dama
harta de casa, vástagos, marido,
rutina y soledades
que encadena los días, infinitos vacíos,
asomada al balcón de los milagros
a la espera de un tibio suceso extraordinario
que ponga en riesgo (¡cielos!)
esa meliflua paz de historia Disney
y la arrastre a un delirio inconsistente
que la empuje a dudar
del sentido real de su existencia
al tiempo que contempla entre sollozos
el parpadeo del intermitente
de un coche detenido ante un semáforo.
Soy poco de ficción...
lo tengo claro.
Poco de celuloide o de novela.
Soy bastante normal
(para entendernos)
y tengo de explosiva lo que un cactus
y de patética lo que una lavadora:
Es lo que hay
y temo
que no existe remedio.
#SafeCreative Mina Cb
Pinchar para acceder al audio
http://www.ivoox.com/
Ni falta que hace el remedio, maja
ResponderEliminar