jueves, 2 de octubre de 2025


 

DE ABLITAS A VIRGINIA

El otro día me volvió a pasar. Y fue en Ablitas. Me acerqué hasta allí a ver el concierto de las Hespérides y andaba bastante desorientada en lo que se refiere al tráfico, lo cual viene a decir más o menos que acabé echando marcha atrás casi cien metros por no dejarme la carrocería en una esquina, cuando sucedió. Me hallaba en una placeta, oteando el horizonte con la mano apoyada en la manilla de la puerta a la espera de avistar el castillo, cuando vi que un señor andaba trasteando en la bajera con la furgoneta y decidí hacer lo de toda la vida de dios, esto es, pasar del GPS y preguntar. El hombre, muy amablemente, me indicó donde podía aparcar y, tras mirarme de arriba abajo, preguntó:

¿Tú eres Minina, no? Muy bueno lo del rey esta mañana.

Y yo le di las gracias por las indicaciones y el piropo y me perdí por entre las calles de la villa más hueca que un pavo real.

Pero es que esta mañana ha vuelto a suceder y ha sido increíble. En el curro, una señora que vive al otro lado del mundo y cae por aquí de vez en cuando, me ha preguntado si era yo. La que escribe en el Facebook, matizaba. Y yo le he respondido que sí. Y me ha dicho que ya llevaba tiempo leyéndome pero que al verme en un video había caído en la cuenta. Y que a veces comparte cosas mías en las redes y debe de haber algún que otro virginiano de ascendencia ibérica que sigue mis andanzas. Hijos o nietos de pastores, me aclaraba, que emigraron en busca de un futuro mejor y a quienes les gusta recordar las cosas del terruño.

En Virginia y California. Que he flipado imaginándomelos leyendo las cosas del Toquero. Bueno, y las mías. Y he agradecido una vez más la existencia de esta ventanita que me permite compartir el don que la fortuna tuvo a bien otorgarme con toda aquella persona que lo quiera disfrutar. Y que, si hace doce o trece años, cuando me inventé a la Minina una sobremesa de verano, me dicen que me iban a leer en los Estates me hubiera desmayado del gustirrinín. Y que gracias de nuevo por estar ahí día tras día, me da igual en Ablitas que en Tudela que en la soleada California. Gracias por permitir que mi pluma traspase los océanos y me haga sentir un poquito escritora de verdad.

Gracias. De corazón.

#SafeCreative Mina Cb

miércoles, 1 de octubre de 2025


 

EL DESEO DE AMAR (Y SER CORRESPONDIDO)

La verdad es que hace mucho tiempo que lo pienso, pero hasta ahora no me he atrevido a confesarlo. Y es que no sé si será cosa de la edad o de esa ola de hedonismo (palabro que rima con egoísmo más que a la perfección) que nos invade y que considera cualquier anhelo amoroso como una minusvalía emocional, voy observando cada vez con más frecuencia el pudor que el personal muestra a la hora de hablar de sus necesidades afectivas.

Me explico:

Desde que entró en vigor esa corriente que defiende que el deseo de tener una pareja es reflejo de una soterrada falta de autoestima (no estás incompleta y blablablá…) que se traduce en dependencia emocional, a la peña le da vergüenza a reconocer que le gustaría tener a alguien que le hiciera cariñitos cuando se sientan en el sofá. De hecho, si buceas por alguna de esas aplicaciones de ligoteo te encuentras con un montón de perfiles sin rostro que justifican la ausencia de imagen con la frase “no pongo fotos por motivo de trabajo, pero las mando sin ningún problema por privado”. Como si en el caso de que su jefe o jefa le diera una vuelta por esas redes de Eros y se encontrase con su subordinado buscando amor, o sexo, o lo que quiera que cada cual busque en esas plataformas virtuales, le fuera a suponer, en el mejor de los casos una bromita piadosa y en el peor, un despido fulminante.

Y es que si dices que la soledad te pesa y que te gustaría tropezarte con alguien que te acompañe en el camino, lo cual no forzosamente implica que se instale en tu casa o se convierta en tu sombra; si lo dices en voz alta me refiero, el personal te mira como si fueras una venusiana. Y están desde quien te insinúa que eres una dependiente emocional hasta quien culpa a Disney, al catolicismo a ultranza y al heteropatriarcado, que el pobre parece ser el culpable de todos los males de la modernidad. Claro que también hay quien, alentado por tu valentía, se atreve a confesar en voz bajita que le pasa lo mismo pero que le avergüenza reconocerlo en público.

Y de este modo, mientras que toda clase de realidades diferentes van abriendo a patadas las puertas del armario en el que habían guardado durante decenios su vergüenza, las personitas y personitos que son felices cual perdices viviendo con sigo mismas pero aún así echan de menos a alguien que les achuche fuerte cuando la vida se pone cuesta arriba, o que directamente les dé un buen revolcón aunque haya que madrugar al día siguiente, siguen manteniendo en secreto du deseo por temor a ser juzgadas por algo tan humano como manifestar su necesidad de ser queridas.

En resumen: que al personal no le duelen prendas de reconocer que defrauda a hacienda, que le han quitado todos los puntos por conducir bebido o que le pone los cuernos al novio, pero le da corte reconocer que le gustaría enamorarse hasta las trancas.

Gilipollas que somos…

#SafeCreative Mina Cb 

martes, 30 de septiembre de 2025




POR AMOR AL ARTE
(PATRIMONIO CULTURAL HUMANO)

Escucho una entrevista que le hacen en la SER al gran Chema de la Osa y, justo a continuación, una breve reseña de la presentación del libro de Juan Ramón Sainz y esto me lleva a reflexionar de nuevo acerca del enorme patrimonio humano con que cuenta la cultura local.

Me explico:

Chema de la Osa ha sido siempre un hombre de su barrio. Integró durante años aquella primera Asociación de Vecinos del Casco Antiguo y, una vez retirado de tan ingratas tareas, se ha dedicado con entusiasmo a regentar la web ciudadtudela.com, un espacio virtual en el que caben historia, tradiciones y casi cualquier cosa relacionada con el asunto local que a su gestor le pueda pasar por la cabeza. Pero es que a este amplio catálogo documental se ha unido últimamente la ferviente afición de Chema por el uso de la denostada IA, fiebre que le está llevando a recrear todo tipo de situaciones históricas, apoyándose, eso sí, en sesudas investigaciones. Porque Chema no da puntada sin hilo.

En cuanto a Juan Ramón, yo lo conocí hace más de una década en los cursos de aprendizaje de bailes locales que se imparten durante el mes que precede a las fiestas de Santa Ana. He de decir que tuve con él mis menos y mis más puesto que es bastante tiquismiquis y yo bastante anárquica. Y que, pese a que no se cansaba de repetirme que la cadera se mueve con la salsa y no con el Zortziko, yo no le hice ni puñetero caso y así me fue, que acabé el cursillo bailando la Polka Pik y la Jota de Tudela por las justas, con una chuleta para la Era y una absoluta incapacidad para el Zortziko.

Eso sí, le regalé un relato que posteriormente apareció en un libro y que casi cada año recupero en esta página cuando llegan las fiestas patronales.

Pero al lío: que ni Chema ni Juan Ramón echan las horas a sueldo. Y que lo mismo hasta tienen que apoquiñar de su bolsillo cuando se da el caso. Pero les da lo mismo. Porque no se arruinan y porque les gusta lo que hacen. A ellos y a muchísima gente, como es el caso de Ángel Álvaro y Marquina, o al programador de los lunes culturales de la Orden del Volatín, o a los socios que se curran los eventos de las peñas, o al voluntariado que hace posibles las ceremonias del Ángel y el Volatín o a quienes, aunque las odie con toda mi alma, se ocupan de organizar procesiones, tamborradas y demás suplicios semanasanteros. Por no hablar de algún que otro comercio o establecimiento de hostelería (Letras a la Taza merece mención aparte) que presta sus instalaciones para tertulias, conciertos o presentaciones de libros y de tantas y tantas instituciones y personas que sé que me dejo en el tintero.

Gente que hace cultura por la puta cara, oiga. Que no recibe un chavo ni lo quiere pero que alimenta el patrimonio de su pueblo porque sí. Gente a la que no se le hace un pasillo abanderado delante de la Casa Consistorial. Gente a la que no se invita a comer y a la que no se regala nada. O más bien al contrario, se le ponen palos en las ruedas para dificultar su actividad.

El sábado a la noche vi al alcalde en Estaciones Sonoras, ese festival en el que se vuelca todo Cascante, y me faltaron un par de cervezas para decirle que eso es hacer pueblo y cultura y todo lo demás. Y que él le habría dado la mano al rey por la mañana, pero que los dos visionarios que se sacaron de la manga ese genial evento no necesitan que nadie los agasaje ni les ponga alfombras rojas. Les basta, simplemente, con que los regidores de la villa no les vayan jodiendo la tarea.

Así de simple.

#SafeCreative Mina Cb 

lunes, 29 de septiembre de 2025


 

“El corazón es un cazador solitario”.

Leí hace algunos días esta frase
en el muro de un “amigo”

al que,
(y a raíz de recientes circunstancias)

probablemente nunca voy a conocer
personalmente.

El concepto no es nuevo,
pero ahora,

enfilando el otoño de la vida

se me antoja veraz
como la biblia
en los remotos tiempos de doctrina.

La soledad
es como un lobo aullándole a la luna:

poderosa,
romántica

y algo amedrentadora.

Es un registro en blanco,
un pastel sin azúcar,
un silbido que nadie puede oír.

Una depredadora sin escudo

que vaga entre la niebla
olisqueándolo todo,

la esperanza mudándose en escarcha
que cubre sus cabellos
poco a poco:

húmeda, cristalina,
transparente,

gélida hasta el espasmo,
implacable e indiferente a todo

… salvo a la habilidad del cazador.

#SafeCreative Mina Cb

domingo, 28 de septiembre de 2025


 

LA VISITA REAL

Ay, qué fatiguita ayer
con la visita real:
policía en todas partes
y el barrio como un penal.

A eso de las nueve y media,
cuando salía de casa
para palear un rato
con la mochila a la espalda

estaban en un rincón
de aparcamiento prohibido
dos coches de policía
de dos equipos distintos.

Doy un puñado de pasos
y me tropiezo a un munipa
apostado tras la valla
de contención amarilla.

Llego hasta la Plaza Vieja
y flipo con el despliegue
de vallado, banderolas
y adoquines relucientes.

Enfilo por Magallón
y en frente del mejicano
veo a Fernando Ferrer
con una escoba en la mano.

Paso por la judería
y allí me topo a un secreta
que charla con dos munipas
para entretener la espera.

Me siento a echar un café
en el Paseo Pamplona
y en la terraza hay tres tipos
con bambas y buena ropa.

Echo un ratico en el río
y cuando voy paleando
oigo un tremendo barullo
de sirenas resonando.

Pienso en la pobre princesa
que puede ir en el convoy
que al vernos dirá: “Qué suerte,
con el día que hace hoy”.

Acabamos la faena
de la pala y el timón
y cuando me voy pa casa
me encuentro en tó el mogollón.

La Judería, imposible;
Sementales, ni lo intento,
así que tiro p’al Muro
por esquivar al cortejo

que si me meto en el Casco
con la mochila y mis pintas
me toman por integrante
de un comando terrorista.

Del Muro pa Concarera
y luego me voy por Rúa
y en frente del Almirante
un policía me escruta:

un nacional con chaleco
antibalas hace guardia
delante, dónde si no,
de la milésima valla.

Y yo me he de contener
pues soy bastante guasona
para no abrir la mochila
y cantar eso de


¡¡BOOOOOOMBAAAA!!



#SafeCreative Mina Cb

sábado, 27 de septiembre de 2025


 

LA PUERTA PINTADA
(PURO TEATRO)

Son las siete menos cuarto
y está mi barrio en penumbra
cuando vislumbro a lo lejos
un cuadro que me perturba.

La vieja puerta de acceso
al vetusto caserón
viste un verde deslumbrante
que reluce como el sol.

No es posible tal prodigio,
(me digo, un poquito mosca)
puesto que no hay un andamio
que vaticine reformas

y de todos es sabido
que en caso de reformar
el último paso siempre
suele ser el de pintar.

Me acerco hasta la fachada,
olisqueo la madera
y la toco, comprobando
que aún la pintura está fresca.

Madredelamorhermoso,
pienso, sin vivir en mí,
que va a ser por la princesa
que ha de pasar por aquí.

Me paro y hago la foto,
que esto es cosa reseñable
y algo se me ocurrirá
que pueda después contarse.

Mas hoy, temprano, de nuevo,
y rayando la mañana
paso y vuelvo a sonreír
al ver la puerta de marras

pintada, cual la del libro
de don Carlos Aurensanz
aunque esa a la que él alude
sea de la Catedral.

A mediodía al volver
a mi casa del trabajo
vuelvo a pasar por delante
de la fachada y ¡¡Repámpanos!!”

dos pendones verbeneros
ha colocado el muylustre
que a ambos lados de las jambas
bien elegantes relucen.

Me cuadran perfectamente
ahora todas las piezas:
la pintura obedecía
al montaje de una escena.

Cual para un film del Medievo
se ha adornado la ciudad
fabricando en cartón piedra
lo que no existe en verdad.

El arte de lo ficticio
al servicio de tu cargo.
¡Ay, Alejandro Toquero…!

Lo tuyo es puro teatro.

#SafeCreative Mina Cb