jueves, 9 de octubre de 2025


 

LOS SIETE PECADOS CERVEZALES

Si te gusta la cerveza
has de beberla con tiento
pues si pecas, es posible
que acabes en el infierno.

Si alguien, al verte sediento
te ofrece Mahou y le increpas
que tú sólo bebes Amstel
eso es pecar de soberbia.

Si en tu nevera no cabe
ni tan siquiera una oliva
de tanta cerveza que hay
eso, amigo, es avaricia.

Si derramas el dorado
líquido en área sexual
para más tarde lamerlo
eso es lujuria, animal.

Si gritas como un poseso
porque ya no quedan frías
es falta de previsión
y además, tarugo, es ira.

Si nunca tienes bastante
y siempre te cabe otra
deja de llamarlo sed
porque es gula, cabezota.

Si, ya servido en el bar
se te antoja la del otro,
eso es envidia, colega,
y es un pecado muy gordo.

Y, por fin, si la reclamas
a gritos y nunca llega
levántate del sofá
que eso, chaval, es pereza.

#SafeCreative Mina Cb

martes, 7 de octubre de 2025


 

MESALINA

Sé que te ha parecido

(quién sabe, aunque da igual)

que yo era mujer “fácil”
(pedazo de término machsita…).

Tal vez por ese amigo
(común, que no conozco)
que te habló de “ese otro”

(que ahora yo frecuento)

y que te ha hecho pensar que todo el monte
es orégano.

Y no…

Modernízate un poco.

#SafeCreative Mina Cb

lunes, 6 de octubre de 2025


 

ITOIZ

Camino
de multiplicar veinte por tres

enfilo un doble otoño.

No sé por qué le tengo
tanta manía a octubre

si en verdad nunca
me ha tratado mal.

Hoy enfrento otro reto:
algo nuevo en mi vida
(a estas alturas)

mientras suenan
por los auriculares
las canciones de Itoiz

y me ilusiono
cuando logro entender una palabra.


ooOoo



Se renueva el paisaje
y aún me sigues faltando.

#SafeCreative Mina Cb

domingo, 5 de octubre de 2025


 

LUJURIA

Quisiera

si se va a acabar el mundo
o se va a poner jodido de verdad
(más todavía)

ir por última vez a visitarte.

Viajaría en mi coche
y aparcaría debajo de tu casa,
sin preocuparme de grúas o de multas
(total, ya que más da…)

Descendería el tramo de escaleras,

llamaría a la puerta y buscaría
cuando abrieses
la cicatriz de tu labio con mi boca.

Me ofrecerías
una de esas cervezas
que compras por si vienen tus amigos

y pondríamos música.

Hablaríamos
de los temas pendientes,
de la vida,
de todo y nada, distraídamente

para acabar desnudos en tu cama,

en llamas la ciudad tras el cristal
y el futuro estallando en mil pedazos.

Es lujuria, mi amor…

Te lo prometo.

#SafeCreative Mina Cb

sábado, 4 de octubre de 2025


 

EL WORKING GIRL Y EL NUN'S STYLE

No sé si estaréis al corriente de que existe una ropa especial para ir a trabajar. “Working girl” lo llaman. Que no será ninguna tontería teniendo en cuenta que hasta la reina lo utiliza para asistir a ciertos actos oficiales. Y yo toda la vida creyendo que al curro se iba en chándal o con la peor ropa del armario. Claro que debe ser porque yo he tenido siempre empleúchos normales, de esos que cuando llegas al tajo te plantas el uniforme y dejas tus avíos en una taquilla que más bien parece un ataúd de pitufo puesto de pie y en el que caben por las justas un pantalón, una camiseta, el bolso y un anorak de los que no llevan relleno. Así que digo yo que la tendencia esta será para las grandes ejecutivas, las tipas esas que ganan lo bastante para tener lo que se llama “un fondo de armario” que consista en algo más que unos cuantos trapos de diario y un vestido de gala que compramos para la boda de una amiga pija y que aún no hemos llevado a la parroquia porque nos costó el sueldo de un mes y malo será que no volvamos a utilizarlo nunca.

Y es que eso de ser ejecutiva tiene que ser un rollo; levantarse por la mañana y colocarse delante del ropero con la cabeza puesta en la personalidad a quien tenemos que atender hoy, elegir la falda, la blusa, el echarpe, la chaqueta, los zapatos y hasta la lencería, que nunca se sabe en lo que pueden acabar estas reuniones con millonarios excéntricos, y luego conducir hasta la quinta puñeta y pasar todo el día encerrada en despachos con grandes cristaleras desde los que dirigir operaciones comerciales que mueven montañas de dinero... En fin, que entiendo que tengan que estar impecables. Pero que no las envidio: andar todo el día subida en unos tacones de diez centímetros, vestidas como una gobernanta y peinadas con el moño de la señorita Rottenmeier tiene que ser bastante incómodo.

Lo de las monjas de paisano, sin embargo, es mucho más llevable. Claro que a las pobres no sé quién las viste, porque parece que en vez de con Dios están casadas con un sastre deprimido. Porque, a ver ¿Quién diseña la ropa de las monjas? Porque son como los presos de Guantánamo, que las veas donde las veas sabes que son monjas. No hace falta ni que lleven toca o crucifijo. No. Se las idientifica a la primera, y a distancia: polo de lycra beige con el cuello alto, jersey de pico azul marino, falda gris o marrón de corte liso o con una tabla para las más atrevidas, bolso en plástico negro tipo Mary Poppins, pantys de espuma en color carne, opacos y con bolitas… y lo más importante: los zapatos; esos zapatos de tacón recto, de unos cinco centímetros, con lengüeta y a veces una hebilla, o unas escobitas de adorno. Y marrones o azul marino, como la falda. ¿Dónde venden esa ropa? ¿Les ha montado el Todopoderoso un Temu sólo para ellas? ¿O es que existe un Corte Divino en otra dimensión, unos grandes almacenes a los que sólo ellas pueden acceder a través de una puerta oculta, como Harry Potter accedía a la escuela de magia? Porque esos jerseys de pico, esos polos de lycra, esos zapatos… ya no los encuentras ni en el “Cuéntame”.

En fin, mis queridos lectores, que yo, visto lo visto, si me dan a elegir, ni "nun" ni "working".

Me visto de puta que puedes ponerte cualquier cosa.

#SafeCreative Mina Cb

viernes, 3 de octubre de 2025


 

NEGOCIACIONES

Los matones del cole sacan pecho
y reparten capones a destajo.
Amedrentar al mundo es su trabajo
y obtienen, además, de ello provecho.

Se creen investidos del derecho
a imponer su criterio sin relajo
y mandan sin reparos al carajo
a quien se oponga. Dalo ya por hecho.

Quiere de Gaza hacer una colonia
el señor Trump para ir de vacaciones
y ya se atan los machos en Polonia.

Y es que se ha visto en muchas ocasiones
que, llevadas con tanta parsimonia,
de poco sirven las negociaciones.

#SafeCreative Mina Cb

jueves, 2 de octubre de 2025


 

DE ABLITAS A VIRGINIA

El otro día me volvió a pasar. Y fue en Ablitas. Me acerqué hasta allí a ver el concierto de las Hespérides y andaba bastante desorientada en lo que se refiere al tráfico, lo cual viene a decir más o menos que acabé echando marcha atrás casi cien metros por no dejarme la carrocería en una esquina, cuando sucedió. Me hallaba en una placeta, oteando el horizonte con la mano apoyada en la manilla de la puerta a la espera de avistar el castillo, cuando vi que un señor andaba trasteando en la bajera con la furgoneta y decidí hacer lo de toda la vida de dios, esto es, pasar del GPS y preguntar. El hombre, muy amablemente, me indicó donde podía aparcar y, tras mirarme de arriba abajo, preguntó:

¿Tú eres Minina, no? Muy bueno lo del rey esta mañana.

Y yo le di las gracias por las indicaciones y el piropo y me perdí por entre las calles de la villa más hueca que un pavo real.

Pero es que esta mañana ha vuelto a suceder y ha sido increíble. En el curro, una señora que vive al otro lado del mundo y cae por aquí de vez en cuando, me ha preguntado si era yo. La que escribe en el Facebook, matizaba. Y yo le he respondido que sí. Y me ha dicho que ya llevaba tiempo leyéndome pero que al verme en un video había caído en la cuenta. Y que a veces comparte cosas mías en las redes y debe de haber algún que otro virginiano de ascendencia ibérica que sigue mis andanzas. Hijos o nietos de pastores, me aclaraba, que emigraron en busca de un futuro mejor y a quienes les gusta recordar las cosas del terruño.

En Virginia y California. Que he flipado imaginándomelos leyendo las cosas del Toquero. Bueno, y las mías. Y he agradecido una vez más la existencia de esta ventanita que me permite compartir el don que la fortuna tuvo a bien otorgarme con toda aquella persona que lo quiera disfrutar. Y que, si hace doce o trece años, cuando me inventé a la Minina una sobremesa de verano, me dicen que me iban a leer en los Estates me hubiera desmayado del gustirrinín. Y que gracias de nuevo por estar ahí día tras día, me da igual en Ablitas que en Tudela que en la soleada California. Gracias por permitir que mi pluma traspase los océanos y me haga sentir un poquito escritora de verdad.

Gracias. De corazón.

#SafeCreative Mina Cb