martes, 17 de enero de 2017

No hay texto alternativo automático disponible. 


LIQUIDACIÓN POR CIERRE

Carteles como este, de una fúnebre rotundidad, salpican las cristaleras de los barrios comerciales de todas las ciudades españolas. Proliferan lo mismo que los pobres apostados en las puertas de los supermercados y las entradas de las iglesias. Son una plaga que se va apoderando del paisaje mientras que a los mecenas de la economía patria se les condecora por sus méritos económicos made in the children.

Tras estos letreros hay vidas. Historias. Proyectos. Ilusiones empujadas a golpe de sonrisa y de trabajo duro. Ruegos en los bancos. Horas de maquinación y de castillos en el aire. Meses de nervios y zozobra para, al fin, ver cómo la quimera se hace realidad y uno puede empezar a ganarse el sustento por sí mismo. Sin jefes ni horarios impuestos. Sin productividades ni ficheros. Sin cambios organizativos que te dejen fuera de lugar. Pero también sin red y con el culo al aire. Apostándolo todo a un solo número y sin derecho a equivocarse. Jugándose el todo por el todo y sin saber por dónde va a salir el sol.

Detrás de ese papel impreso hay un calvario. Una concatenación de moratorias, de intentos infructuosos, de esperas a que llegue el brote verde, de caídas y más caídas para de nuevo ponerse en pie. Y al fin la decisión, frustrante y dolorosa, de rendirse a la evidencia. De tirar la toalla y claudicar. Y nutrir las estadísticas. Y hacer frente a las deudas currando en lo que sea. Y plantar cara al desánimo y a la corte de fantasmas que lo envuelve.

Detrás de este cartel estamos todos. Apurando los céntimos y tirando del socorrido made in China. Asfixiando al comercio local al tiempo que nos justificamos con el “Yo es que con lo que gano tengo que mirarlo mucho”. Y a lo nuestro. A rezar para que no nos toque. Para que esta máquina imparable que nos está absorbiendo a todos y que nos lleva camino de la esclavitud no nos pase por encima, descuartizándonos, mientras el resto de los viandantes se lanzan como locos al festín de devorar, ávidos e inconscientes, las ofertas que se anuncian tras la persiana romboidal.

#SafeCreative Mina Cb

No hay comentarios:

Publicar un comentario