miércoles, 15 de mayo de 2013




 
MIGAJAS
 
Me resigné a vivir de las migajas
que tu malsano corazón esparce
en torno a ti, creyendo, ¡pobre tonta!
que mi amor lograría al fin salvarte.
 
Rellené los vacíos de tu agenda
(huecos en blanco, mar de soledades)
cuando el negro infinito de tu alma
te llenaba de angustia al asomarte.
 
Me dejé encapsular por tus mentiras,
cerré la puerta y te entregué las llaves
y al final, ni siquiera los espejos
eran capaces de identificarme.
 
 
Me desperté un buen día de repente
ebria de realidad, harta de amarte…
 
Saliste tras de mí como un chiquillo,
como un perro llorón
 
….. Como un cobarde
 

No hay comentarios:

Publicar un comentario